Las bacterias son seres vivos microscópicos que se encuentran en todas partes, desde el suelo hasta nuestro propio cuerpo. Son importantes para el ciclo de la vida y la salud de los ecosistemas. ¿Pero por qué las bacterias son seres vivos? Descubrámoslo.
Porque las bacterias son seres vivos
Tanto las bacterias como los seres humanos son organismos vivos, aunque las bacterias están compuestas por una única célula. Esta célula tiene todo lo necesario para la vida, incluyendo el material genético y los orgánulos que producen proteínas para proporcionar energía. Al igual que los seres humanos, las bacterias tienen su propio metabolismo y se multiplican mediante la división celular.
¿Qué tipo de seres vivos son las bacterias?
Las bacterias son organismos unicelulares procariotas que habitan prácticamente en todos los rincones del planeta. Desempeñan un papel crucial en los ecosistemas terrestres. Algunas variedades pueden sobrevivir en circunstancias extremas de temperatura y presión.
El cuerpo humano alberga una multitud de bacterias, de hecho, se calcula que hay más bacterias que células humanas en él. La mayoría de las bacterias presentes en nuestro organismo no son perjudiciales, e incluso algunas aportan beneficios. Solamente una fracción relativamente pequeña de especies son las responsables de causar enfermedades.
¿Qué importancia tiene las bacterias para los seres vivos?
Los microorganismos desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de la vida en la Tierra. La flora bacteriana, en particular, es un componente vital de las cadenas alimenticias en los ecosistemas marinos, debido a su actividad y a la cantidad de biomasa que produce.
Estas bacterias ayudan a la regeneración de nutrientes y interactúan con una variedad de organismos. Para entender su función en nichos específicos, es primordial identificar y cuantificar cada uno de los miembros de estas comunidades, así como sus actividades metabólicas.
Detectar e identificar estos microorganismos nos permite hacer inferencias sobre la diversidad poblacional en la muestra analizada o sobre el estado de salud del organismo que la consume. Además, este conocimiento puede ayudarnos a aprovechar ciertas cepas o metabolitos microbianos en procesos biotecnológicos.
Una forma eficiente de investigar las comunidades bacterianas en muestras complejas es a través del análisis del gen 16S ARNr utilizando técnicas moleculares de huellas genéticas, como RAPD, TRFLP y DGGE. En este contexto, varios estudios indican que los recursos pesqueros albergan una diversidad bacteriana considerable que, si se identifica a tiempo, puede prevenir daños tanto a los recursos pesqueros como a los consumidores.
¿Por qué las bacterias son células?
Las bacterias son microorganismos unicelulares de tipo procariota, que suelen medir entre 0,5 y 5 micrómetros de longitud. Presentan diversas formas, que incluyen cocos (esféricas), bacilos (en forma de barra), vibrios (curvados) y espirilos o espiroquetas (helicoidales).
A diferencia de las células eucariotas que se encuentran en animales, plantas y hongos, las bacterias, como células procariotas, no poseen un núcleo definido ni tienden a tener orgánulos internos rodeados por membranas. Suelen tener una pared celular compuesta de peptidoglicano, y muchas de ellas tienen flagelos u otros mecanismos para moverse. La bacteriología, una subdisciplina de la microbiología, se dedica al estudio de las bacterias.
En el pasado, el término “bacteria” se usaba para referirse a todos los procariotas, pero ahora la taxonomía y la nomenclatura científica los dividen en dos dominios evolutivos: Bacteria y Archaea. Esta división se basa en las grandes diferencias bioquímicas y genéticas entre estos dos grupos, siendo la presencia frecuente de pared de peptidoglicano y la composición de lípidos de membrana las principales diferencias entre las bacterias y las arqueas.
Las bacterias son los organismos más numerosos del planeta y se pueden encontrar en todos los hábitats terrestres y acuáticos, incluso en condiciones extremas, como manantiales de agua caliente y ácida, desechos radiactivos y las profundidades del mar y de la corteza terrestre. Incluso pueden sobrevivir en las duras condiciones del espacio exterior. Se estima que hay alrededor de 40 millones de células bacterianas en un gramo de suelo y un millón de células bacterianas en un mililitro de agua dulce. En total, se calcula que existen alrededor de 5×1030 bacterias en el mundo.
Las bacterias juegan un papel crucial en el reciclaje de los elementos, ya que muchos pasos importantes de los ciclos biogeoquímicos dependen de ellas. Un ejemplo es la fijación del nitrógeno atmosférico. Sin embargo, solo alrededor de la mitad de los filos conocidos de bacterias tienen especies que se pueden cultivar en el laboratorio, lo que sugiere que una gran parte de las especies de bacterias existentes aún no se ha descrito.
En el cuerpo humano, las células bacterianas superan en número a las células humanas en una proporción de diez a uno, con una gran cantidad de bacterias presentes en la piel y en el tracto digestivo. Aunque la mayoría de estas bacterias son inofensivas o beneficiosas gracias al efecto protector del sistema inmunológico, algunas bacterias patógenas pueden causar enfermedades infecciosas.
Las enfermedades bacterianas más mortales son las infecciones respiratorias, con mortalidad solo para la tuberculosis de cerca de 1,5 millones de personas en 2018. Los antibióticos, que inhiben la formación de la pared celular bacteriana o interrumpen otros procesos de su ciclo de vida, se utilizan en todo el mundo para tratar las infecciones bacterianas. Sin embargo, el uso extensivo de antibióticos en la agricultura y la ganadería, incluso cuando no hay enfermedad presente, está promoviendo la resistencia de las bacterias a los antibióticos.
En la industria, las bacterias son vitales en procesos como el tratamiento de aguas residuales, la producción de productos lácteos como mantequilla y queso, la fermentación de vinagre y yogur, y la fabricación de medicamentos y otros productos químicos.
¿Cómo es la vida de una bacteria?
La capacidad de las bacterias para sobrevivir está ligada a su habilidad para generar esporas. Estamos rodeados por millones de bacterias, algunas de las cuales mueren casi inmediatamente al exponerse al aire. Sin embargo, hay otras que tienen la capacidad de subsistir durante horas, días e incluso siglos.
Las bacterias son seres vivos porque tienen la capacidad de crecer, reproducirse y responder a estímulos ambientales. Además, tienen una estructura celular y realizan procesos metabólicos para obtener energía y mantenerse.