Los hongos y las plantas comparten ciertas características, pero también presentan importantes diferencias en su estructura, funciones y metabolismo. Detectar estas diferencias es fundamental para entender cómo cada organismo interactúa con su entorno y cómo podemos aprovechar sus beneficios.
Diferencias Entre Un Hongo Y Una Planta
Las plantas son organismos autótrofos, lo que significa que son capaces de generar su propio alimento. Por otro lado, los hongos son organismos heterótrofos, al igual que nosotros, lo que implica que obtenemos carbono a partir de materia orgánica y producimos desechos en forma de materia inorgánica. A diferencia de las plantas, los hongos no pueden sintetizar su propio alimento.
Reproducción de Hongos
¿Qué diferencias hay entre una planta y un hongo?
Los hongos se reproducen mediante esporas, al igual que las plantas lo hacen con el polen. Sin embargo, su forma de obtener alimento es similar a la de los animales, ya que transforman la materia orgánica en nutrientes y energía. Esta combinación de características vegetales y animales no representa una ventaja evolutiva, sino más bien evidencia de que los hongos carecen de las mejores cualidades de ambos reinos.
A diferencia de las plantas, los hongos no pueden realizar la fotosíntesis. Al no tener clorofila, son incapaces de convertir el agua, el carbono y la energía solar en carbohidratos. Los animales tampoco tienen esta propiedad beneficiosa, pero al menos tienen la capacidad de desplazarse para obtener alimento. Parece que los hongos se quedaron sin las mejores características durante la distribución. Entonces, ¿cómo ha sobrevivido una especie que no puede desplazarse y tampoco puede generar su propio alimento?
La respuesta es clara: gracias a su alta capacidad reproductiva. Cuando sienten que su supervivencia está en peligro, los hongos generan setas para asegurar la perpetuación de su especie mediante las esporas. De hecho, si desechamos una seta recolectada y la arrojamos al suelo, incluso después de separarse del micelio, no se descompondrá hasta que su sombrero se abra y esparza todas sus esporas.
La capacidad reproductiva elevada y la resistencia de las setas son solo dos de las estrategias utilizadas por los hongos para sobrevivir. El tercer medio son los animales, incluyéndonos a nosotros mismos. Dado que los hongos no pueden desplazarse, desde tiempos antiguos han dependido del reino animal para suplir su limitación. En este sentido, varios hongos atraen a insectos mediante olores desagradables o bioluminiscencia nocturna de sus setas.
Lo mismo ocurre cuando las trufas atraen a los jabalíes mediante un intenso olor, similar a las feromonas del animal. La seta actúa como un reclamo visual u olfativo para engañar al animal correspondiente. En todos estos casos, el objetivo final del hongo es lograr que los animales transporten o consuman las esporas, colaborando así en la ingeniosa supervivencia del reino Fungi.
¿Por qué los hongos suelen ser confundidos con las plantas?
A menudo, las setas se consideran verduras, pero los hongos, que incluyen levaduras y mohos, están más estrechamente relacionados con los animales que con las plantas, formando un reino completamente independiente. A diferencia de las plantas, no se mueven y tampoco realizan la fotosíntesis.
En cambio, obtienen moléculas y energía de otros organismos. Sin embargo, en lugar de “cazar” como los animales, pueden crecer en superficies (como el suelo, los árboles o los pies humanos) o en la capa superior de la descomposición de organismos muertos (corteza muerta, animales muertos, el pan que comes…). Debido a su estrecha relación evolutiva con los animales, cuando consumes un champiñón, estás comiendo algo más similar a una hamburguesa que a cualquier otro sustituto vegetal.
Pero eso no es todo, los hongos pueden alcanzar un tamaño mayor que cualquier planta (o animal, en ese caso), con cabezas individuales en el exterior que forman parte de un organismo gigante que se extiende bajo tierra. El hongo de miel, también conocido como armillaria, se cree capaz de ocupar hasta nueve kilómetros cuadrados de bosque, pesar hasta 35.000 toneladas y vivir hasta 2.400 años.
Los hongos y las plantas son organismos diferentes. Aunque ambos pueden parecer similares, los hongos no tienen clorofila y no pueden realizar la fotosíntesis como las plantas. En su lugar, los hongos se alimentan de materia orgánica descompuesta.