¿Cuál civilización agrícola surgió primero? Esta es una pregunta que ha sido objeto de debate y estudio por parte de historiadores y arqueólogos. El surgimiento de las primeras civilizaciones agrícolas marcó un hito en la historia de la humanidad y sentó las bases para el desarrollo de la cultura y la sociedad tal como la conocemos hoy en día. En este artículo, exploraremos algunas de las teorías más populares sobre el origen de las civilizaciones agrícolas y trataremos de responder a la pregunta de cuál surgió primero.
¿Cuál Civilización Agrícola Surgió Primero?
La primera civilización agrícola tuvo su apogeo en Mesopotamia, que corresponde al actual territorio de Irak, alrededor del año 4 000 a.C. Las civilizaciones egipcia e india surgieron alrededor del año 3 000 a.C., mientras que la civilización china se desarrolló cerca del año 2 200 a.C.
¿Cuáles fueron las civilizaciones más antiguas que descubrieron la agricultura?
Hace más de diez mil años, la agricultura se desarrolló de forma independiente en diferentes partes del mundo. En Mesopotamia y Egipto se cultivaron trigo y cebada, en Mesoamérica se adoptó el maíz y en el este de Asia se introdujo el arroz.
En aquel tiempo surgieron también el comercio y la necesidad de intercambiar los excedentes de las cosechas por otros productos. El comercio llevó consigo la especialización de las actividades, marcando el inicio de la división del trabajo.
Con el crecimiento de la población, se demandaba una mayor cantidad y variedad de alimentos. La agricultura impulsó el avance de la ciencia y la tecnología. Al principio, se utilizaban animales y herramientas rudimentarias de madera y piedra en el trabajo del campo. Con el tiempo, se desarrollaron herramientas más modernas y eficientes, como los tractores.
¿Cómo se llama la civilización agrícola?
La agricultura tuvo un impacto transformador en las antiguas sociedades, convirtiéndose en la base económica de la civilización. Este cambio permitió el surgimiento de nuevas técnicas como la alfarería y la metalurgia. Los agricultores dejaron de ser nómadas y se establecieron en aldeas que, con el avance de los sistemas de riego, se convirtieron en ciudades prósperas, como la antigua Jericó, considerada la comunidad agrícola más antigua del mundo.
Las primeras grandes civilizaciones agrícolas de la humanidad fueron Mesopotamia, Egipto, India y China. Estas civilizaciones florecieron a lo largo de las extensas cuencas de ríos, que proporcionaron condiciones favorables para la práctica agrícola. La agricultura se convirtió en la columna vertebral de su desarrollo y crecimiento.
¿Cuál fue la primera civilización agrícola de la India?
En el valle del Indo se estableció la primera civilización agrícola de la India. Los vestigios de antiguas ciudades como Harappa y Mohenjo-Daro nos brindan información sobre esta fascinante civilización.
¿Cuándo se formaron las primeras civilizaciones?
El proceso de urbanización en el antiguo Levante y Anatolia no tuvo lugar, sino en las tierras ubicadas entre los ríos Tigris y Éufrates. Durante los milenios VI y V a.C., grupos de agricultores y ganaderos abandonaron las montañas de la región de Mesopotamia, como los Zagros, para establecerse en la fértil llanura.
En esta área, se desarrolló una economía agrícola altamente rentable, que requería una organización social capaz de construir un complejo sistema de canales de riego y diques para controlar las inundaciones estacionales de los ríos. Esto favoreció la producción masiva de cereales, la generación de excedentes para el comercio y un crecimiento demográfico sostenido, que condujo al surgimiento de asentamientos cada vez más grandes y, finalmente, a la formación de auténticas ciudades.
Durante este proceso, se observaron en Mesopotamia tres culturas principales que coexistieron en cierta medida: Hassuna, Samarra y Halaf, nombradas según sus sitios arqueológicos más destacados. La cultura de Hassuna, en la alta Mesopotamia, representa los primeros movimientos de población desde las tierras altas hacia las bajas. Los asentamientos consistían en casas rectangulares bastante regulares, y los habitantes se dedicaban a la agricultura de secano, la ganadería y la caza. Se ha encontrado evidencia del uso de metales, especialmente cobre, y la presencia de materiales como la obsidiana y el cristal de roca, lo que indica amplios contactos comerciales en el Próximo Oriente.
Por su parte, la cultura de Samarra se desarrolló en una zona más al sur, donde ya se practicaba la agricultura mediante sistemas de irrigación. La población se concentraba en pequeñas aldeas, pero también había un asentamiento más grande llamado Tell es-Sawwan, con una arquitectura más compleja. Las casas estaban construidas con adobes regulares hechos con moldes y reforzados en el exterior, una característica que se mantuvo en las ciudades mesopotámicas. Además, el poblado estaba rodeado por una muralla defensiva y contaba con una cerámica decorada notablemente elaborada.
En Choga Mami, se encontró otro núcleo de tamaño significativo, con una población de alrededor de mil personas, aunque no se considera una ciudad propiamente dicha. Lo mismo se puede decir de los asentamientos de la cultura de Halaf, que reemplazó a la cultura de Hassuna en el norte de Mesopotamia y cuya cerámica distintiva de alta calidad se ha descubierto en Irak y Siria. Sus asentamientos, como el de Arpachiyah, consistían en pequeñas viviendas circulares que albergaban a menos de doscientas personas.
Alrededor del año 4500 a.C., surgió una nueva cultura en el norte de Mesopotamia, reemplazando a la cultura de Halaf. Esta cultura, conocida como la cultura de Obeid, se expandió ampliamente hacia el sur. Recibe su nombre del yacimiento arqueológico de Tell el-Obeid, aunque se sabe que su origen se encuentra en Eridu, un asentamiento habitado desde al menos el 5000 a.C. Según el mito mesopotámico del diluvio, Eridu es considerada una de las primeras ciudades antediluvianas: “Después de que la realeza descendió del cielo, esta residía en Eridu”. En una composición posterior conocida como el Génesis de Eridu, la ciudad es mencionada nuevamente como la más antigua de todas las urbes, planificada por los dioses y sede del dios Enki.
Es difícil llegar a una conclusión definitiva sobre cuál civilización agrícola surgió primero, ya que hay diferentes teorías y evidencias. Sin embargo, se cree que la cultura de Jericó en Oriente Medio y la cultura de Catalhöyük en Anatolia podrían ser de las más antiguas.